Como Crecer tu Dinero desde Cero
Por: Gonzalo Loayza Devéscovi
Una de las principales ocupaciones de cualquier persona, debería ser buscar las mejores maneras de hacer crecer su dinero. Poco importa si tu objetivo es la independencia financiera, asegurarse una buena pensión de jubilación o construir un gran patrimonio. Inclusive los inversionistas que buscan obtener sólo ingresos o proteger su patrimonio, deberán destinar una parte de su capital hacia inversiones que generen crecimiento de su dinero.
No hay nada más destructivo para un patrimonio que no hacerlo crecer. La inflación es implacable y la pérdida del poder de compra de nuestro capital tendrá un efecto adverso sobre nuestra economía personal. En cinco años, tu capital alcanzará para comprar el 85% de lo que puede adquirir en la actualidad. En diez años, sólo podrás adquirir dos tercios de lo que puedes hoy y en quince años, únicamente la mitad.
Es decir, que si sólo buscas mantener tu actual nivel de gasto, requerirás duplicar tu capital actual en los siguientes 15 años.
Entre más pronto las personas se den cuenta de esta necesidad, mejor será para ellos. Tendrán más tiempo para aprender a invertir su capital y para comenzar a gozar de los beneficios de su crecimiento. Invertir es un "sabor aprendido", el cual requiere tiempo antes de encontrarle el gusto. Para crecer, hay que invertir en acciones y el riesgo vinculado a las acciones puede ser muy difícil de asimilar para el común de las personas.
La principal razón por la cual las personas no invierten, no es la falta de capital sino el miedo a perder. Todos conocemos a alguien cercano a nosotros que perdió su capital o mucha parte de él, jugando en la Bolsa. Salir de esa parálisis puede ser muy difícil y cuando se deciden a hacerlo, no saben por dónde comenzar.
Warren Buffett por ejemplo, recomienda a los novatos, invertir en índices, principalmente en aquellos vinculados al mercado de USA ya que estos índices han mostrado un comportamiento creciente de manera consistente en el largo plazo. El sugiere tomar posición en estos índices de manera periódica y sistemática, sin tomar en cuenta si el mercado está subiendo o bajando.
A la larga, el mercado tomará su camino hacia arriba y premiará nuestra paciencia y nuestra capacidad para comprar de manera sistemática. Jack Bogle, el fundador de Vanguard, uno de los gigantes en el mundo de las inversiones, pasó toda su vida promocionando los beneficios de la inversión indexada, especialmente en favor de los inversionistas individuales.
Hay sin embargo, muchas otras maneras de participar del mercado de manera exitosa. Todas ellas tienen una serie de aspectos en común y que terminan siendo las claves del éxito en la búsqueda del crecimiento de nuestro capital.
En general el mercado de acciones está lleno de historias de éxito. Personas que lograron ganar muchísimo dinero comprando y vendiendo acciones o invirtiendo en acciones de empresas que después de unos años se convirtieron en muy grandes y famosas. Por lo general, estas personas se volvieron famosas revelando su estrategia de inversión, la cual es por lo general muy complicada de entender para cualquier inversionista individual.
Pero también hay historias muy aleccionadoras de personas comunes, sin grandes conocimientos del mercado ni de finanzas.
Ese es el caso de Grace Groner, quien nació en el condado de Lake, una comunidad agrícola a cuarenta y cinco minutos al norte de Chicago. Ella quedó huérfana a los doce años luego que sus padres murieran en un accidente automovilístico.
Esta desgracia familiar la llevó a tener que vivir en un orfanato donde convivió con otras chicas de su edad y en su misma condición. Cuenta su historia, que George Anderson, un miembro prominente de la comunidad, le dió la posibilidad de estudiar en Lake Forest College.
Luego de terminar sus estudios, ella encontró trabajo como secretaria en los Laboratorios Abbott, donde trabajó por 43 años hasta que se jubiló. Grace Groner nunca se casó ni tuvo hijos. Nunca aprendió a manejar ni se compró un carro. Ella vivió en un departamento de un dormitorio con Ann Findley, una amiga de la infancia, hasta que heredó de un pariente lejano, una pequeña casa de también un dormitorio, en la cual vivió el resto de sus días.
Quienes la conocieron, afirman que era una persona amable y siempre bien dispuesta para colaborar con su comunidad. Ella llevaba una vida frugal y compraba regularmente su ropa en tiendas de segunda mano. El pastor de la Iglesia recibió algunas donaciones de ella para ayudar a terceros, pero siempre de manera anónima. En sus últimos años, Grace Groner realizó diversos viajes, lo cual resultaba curioso para sus amigos y vecinos.
El 19 de enero del 2010 fallece Grace Groner y días después aparece un artículo en el New York Times haciendo una reseña de su vida. Fue una gran sorpresa para muchos de sus conocidos, enterarse por este diario, que ella era la titular de una cuenta de inversión con siete millones de dólares.
Cómo era posible que alguien sin capital, con el sueldo de secretaria, sin contactos en Wall Street y sin conocimientos en finanzas o inversiones hubiera podido acumular siete millones de dólares? Sin ella saberlo, el efecto compuesto había hecho un trabajo perfecto con ella.
El origen de esta fortuna se remonta a muchos años antes. Resulta que en 1935, ella compró tres acciones de Laboratorios Abbott por un monto de US$ 180, equivalente a unos US$ 3,000 de la actualidad. Ese año, Abbott hizo un aumento de capital, dando la oportunidad aus empleados que suscriban dicha emisión de acciones.
Grace Groner compró sus tres acciones y accionó el mecanismo que permite comprar más acciones con los dividendos que la empresa decida entregar a sus accionistas. Es decir que ella guardó sus acciones y re invirtió los dividendos que esas mismas acciones generaron. El resto del trabajo lo hizo el tiempo o mejor dicho, el efecto compuesto a través del tiempo.
Cuando ella murió, el valor de esas acciones en la bolsa, era en efecto de US$ 7 millones y los dividendos anuales que le correspondía era de un poco más de US$ 200,000 al año.
Si Grace Groner hubiera fallecido sólo cinco años después, el valor de su patrimonio sería superior a los US$ 14 millones y sus dividendos anuales de casi US$ 400,000 al año.
La historia de Grace Groner nos deja algunas de las clave que debemos tomar en cuenta cuando decidimos invertir nuestro dinero.
La primera es que no es necesario comprar y vender las acciones (o los instrumentos en los que usted decida invertir) de manera recurrente y muy seguido para obtener altas tasas de rendimiento. Comprar buenas acciones de buenas empresas y esperar, genera grandes recompensas.
La segunda consideración importante es que el tiempo es una variable fundamental. Entre antes se comience a invertir y se haga razonablemente bien, más crecerá nuestro capital invertido y mayores probabilidades de éxito tendremos. Todos los procesos de crecimiento toman tiempo y mientras antes se entienda, mejor.
El tercer aspecto a considerar es la tasa anual de ganancia que nos fijemos como objetivo. Una tasa muy baja como la que nos ofrecen las cuentas de depósito en los bancos o el rendimiento de los bonos, no nos va a permitir un crecimiento significativo en un tiempo razonable.
En la realidad, las cuentas bancarias no son mecanismos de inversión, son sólo un lugar para mantener a buen recaudo nuestro dinero. Por su parte, los bonos sirven únicamente para generar una renta y bajar el riesgo de nuestro portafolio.
No es posible lograr una independencia financiera ni construir un patrimonio significativo, invirtiendo en bonos. Es muy importante entender la naturaleza de este tipo de instrumentos y su funcionalidad. Los gestores de Fondos, sólo utilizamos los bonos como mecanismos de manejo del riesgo, pero nunca como generadores de retornos en nuestros portafolios.
Por otro lado, la impaciencia por acortar el tiempo que tomará el crecimiento de nuestro dinero, origina en muchos inversionistas, la búsqueda de retornos excepcionalmente altos. Para ello, muchos inversionistas recurren a instrumentos financieros muy riesgosos o al apalancamiento de sus portafolios. En la actualidad es muy fácil encontrar plataformas de inversión que permiten acceder a apalancamientos de 5, 10, 50 y hasta 100 veces nuestra inversión.
Ese tipo de comportamientos son altamente destructivos del rendimiento de nuestros portafolios. Una pequeña pérdida, apalancada 10 ó 50 veces, puede literalmente destruir el capital invertido.
Si tomamos en cuenta que Warren Buffett, uno de los mejores inversionistas del mundo, logró en sus inversiones, retornos del orden del 25% al año durante varias décadas, resulta poco probable darle credibilidad a rendimientos extraordinariamente altos como los que se ofrecen en muchos medios.
Por su parte, el Indice S&P-500 ha crecido casi 9% al año en los últimos 150 años. Podemos considerar entonces razonable implementar una estrategia de inversión que pueda rendir en un rango entre esos dos extremos. Si uno maneja un capital pequeño o mediano, podrá implementar estrategias activas o indexadas que permitan acceder a tasas de crecimiento promedio anuales superiores a las S&P-500 y menores a las alcanzadas por Warren Buffett.
Ese tipo de rendimiento es lo suficientemente bueno para alcanzar con el tiempo, un crecimiento significativo de nuestro capital.
Un cuarto aspecto a tomar en cuenta, se refiere al tamaño del capital con el que iniciemos nuestro proceso de inversión. Indudablemente que un mayor capital inicial, permitirá acceder a un capital final mucho más grande que si empezamos a invertir con muy poco dinero.
Sin embargo, la combinación del tiempo y la tasa anual de ganancia es capaz de convertir, cualquier capital, por muy chico que sea inicialmente, en un patrimonio lo significativamente grande como para alcanzar nuestros principales objetivos financieros. El ejemplo de Grace Groner es muy claro.
" El Crecimiento por si solo, contiene el germen de la felicidad"
Pearl S. Buck
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